domingo, 15 de febrero de 2015

la creación según la mitología nordica

“Al principio no había nada más que un Abismo Abierto, un enorme vacío llamado Ginnungagap; sin embargo, esta región caótica, este Ginnungagap, no estaba vacía. Al norte se extendía el Niflheim (el hogar de la niebla), que había existido “incontables edades antes de ser creada la tierra”; y al sur el Muspellheim. Estas dos regiones contrastaban como el hielo y el fuego, pues el Niflheim reinaba en el hielo y la niebla, mientras que el Muspellheim estaba invadido por las llamas y el calor. Del centro de Niflheim brotaba, nurbujeante, la poderosa fuente de todas las aguas, un pozo llamado Hvergelmir, el Caldero Rugiente. De él brotaba Svöl, Gunnzrá, Fjörm Fimbulzul, Slidr, Hríd, Sylgr, Ylgr, Víd, Leiptr y Gjöll, “que es el situado más cerca de las rejas de Hel”. Había surgido del manantial de tiempos inmemoriables, fermentado en una espuma venenosa que se sedimento como las escorias que se forman en el horno, y se endureció, dando lugar a la formación del hielo. Cuando el hielo se detuvo y dejó de fluir, se quedó suspendido donde el veneno de la espuma se solidificaba, y formó escarcha. Y estas niebla congelada creció y se exparció sobre todo lo que existía en Ginnungagap. A consecuencia de ello el Abismo Abierto, situado en el cuadrante septentrional, se llenó de duro y crujiente hielo y escarcha procedente de las lluvias y las tempestades, mientras el firmamento meridional del Abismo destellaba por el efecto de las chispas y gases fundidos que brotaban del Muspelheim”.
“De las gotas fermentadas, que cobraban vida en virtud del poder que desprendía el calor, se formó la imagen del hombre. Su nombre es Ymir, aunque los Gigantes Helados lo llamaban Aurgelmir (Olla de Barro), pues afirmaban que de él descendía toda su raza,. No era Dios, sino una criatura maligna, como toda su casta, llamada Ettins (Gigantes Helados). Se cuenta que mientras dormía, Ymir empezó a sudar y debajo de su mano izquierda crecieron un macho y una hembra; después nacieron un hijo tras otro. Y de ellos surgió la raza de los Ettins. Inmediatamente después de que la escarcha empezara a gotear, se solidificó en la vaca Audhumla, de cuyas ubres brotaban cuatro ríos de leche: Ella fue la que alimentó a Ymir. También la vaca Audhumla necesitaba comer. Lamió las peñas de hielo, y las encontró saladas. El primer día que lamió en las rocas apareció en ellas, por la tarde, la cabellera de un hombre; el segundo día, una testa humana, y el tercero, un hombre completo. Recibió el nombre de Buri, de bello semblante, alto y fuerte”.

“Engendró un hijo llamado Bor, que tomó por mujer a Bestla, hija del gigante Bölzorn (Espina perniciosa); tuvieron tres hijos: Odin, Vili y Vé. Los hijos de Bor golpearon la cabeza del gigante Ymir, de cuyas heridas brotó tanta sangre, cuando se abatió, que todos los gigantes helados se ahogaron, con la excepción de uno solo, el cual logró salvarse con su familia. Los gigantes le llaman Bergelmir”.

“Luego Odin, Vili y Vé cogieron el cadáver de Ymir y lo arrojaron al centro del Abismo Abierto e hicieron de él la Tierra. Y con su sangre crearon los lagos y los mares. De hecho , la Tierra se fabricó de su carne, y las escarpas montañesas de sus huesos; rocas y aristas hicieron de los dedos de sus pies, de su doble dentadura y las esquirlas de sus huesos quebrados”.

“Los hijos de Bor cogieron la calabera (de Ymir) y formaron con ella el cielo, colocándolo en lo alto, encima de la tierra, con un enano en cada una de sus cuatro esquinas para sostenerlo así. Estos enanos se llamaron Este, Oeste, Norte y Sur( Austri, Vestri, Norðri,y Suðri). Después tomaron las cenizas encendidas y las chispas que en el Muspellheim expulsa, y las pusieron en el centro del Abismo Abierto, tanto arriba como abajo para iluminar el firmamento y la tierra. Fijaron la situación de todas las estrellas: unas en el cielo y otras que debían avanzar y retroceder bajo el cielo, y fijaron sus lugares y trazaron sus veredas. Cuentan que las antiguas tradiciónes que de este trabajo resultaron las noches y los días y el cómputo de los años
Y no todo es eso ya que la tiera es redonda y abarca el hondo mar azul. A lo largo de las riberas externas del océano Odín, Vili y Vé otorgaron tierras que se llamaron Yötuheim, a la raza de los Gigantes, para que se establecieran en ellas. Pero en el centro del mundo construyeron un muro fortificado, ciñiendo esa región, para defenderse de los gigantes enemigos: y las edificaron con las cejas de Ymir, y llamaron Midgard a su baluarte. También cogieron sus sesos y formaron las nuves arrojándolos a los vientos”.
“Paseándose por la playa del profundo mar, los hijos de Bor tropezaron con dos maderos arrojados por las olas, los recogieron y los tallaron con forma humana. El primero de los hijos les concedió el alma y vida; el segundo, el entendimiento y sensibilidad; y el tercero, figura y las facultades del habla, el oído y la vista. Les dieron vestidos, y les llamaron por sus nombres, al hombre Fresno y a la mujer Olmo (Askr y Embla). Estos dos procrearon toda la humanidad y tuvieron morada en Midgard”.

https://labibliaatea.wordpress.com/2009/07/14/la-creacion-del-mundo-mitologia-nordica/


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